Si hay algo imprescindible en el fútbol es el golpeo al balón, ya sea para pasar, para centrar o para disparar a portería. En primer lugar diferenciaré entre los distintos tipos de golpeos. Primero existen los golpeos para pasar raso, en ellos el golpeo debe realizarse con la parte interior del pie y a media altura del balón para que este no se eleve. Después tenemos los golpeos para centrar o realizar pases en largo, éstos deben realizarse también con el interior del pie, pero esta vez golpearemos al balón en una zona más baja para hacer que éste se eleve y así superar por alto a los rivales. Finalmente tenemos los golpeos a portería, éstos se dividen en dos tipos: disparos a ajustar el balón, en los cuales lo que importa es la colocación más que la potencia para superar al portero y son realizados con el interior del pie; y los disparos de potencia, en los cuales lo que importa es la potencia del balón más que la colocación. A diferencia de todos los disparos anteriores estos disparos se realizan con el empeine para que el balón coja más fuerza y la zona del balón en la que se golpea depende de la altura a la que lo queramos mandar, si queremos que vaya más pegado al suelo golpearemos en la zona media del balón, por el contrario si queremos que vaya alto golpearemos en la zona baja para que coja altura.
A continuación se propone un método de entrenamiento básico, sencillo y efectivo para mejorar todo tipo de golpeos. Este método consiste sencillamente en golpear a una pared con ambas piernas realizando muchas repeticiones y cambiando la intensidad de los golpeos. Este método tan sencillo ha sido utilizado por jugadores de la talla de David Villa o de Diego Forlán.
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